Es una variedad autóctona de origen antiguo, que deriva de la domesticación de las vides salvajes conocidas como “uzeline” u “oseline”.
El viñedo adopta el nombre de la aldea de Sorbara del municipio de Bomporto en la región de Modena.
El fenómeno de “millerandage”, que produce bayas de diminuta dimensión debido a una anomalía en el florecimiento, hace que el Lambrusco di Sorbara sea apreciado y fácil de recordar, rasgos notables que lo distinguen de otros Lambruscos.
Es robusto, pero con una producción limitada que da lugar a un vino rojo rubí claro con un remarcable aroma de violetas.
Lambrusco Marani
Deriva de vides viníferas salvajes, las cuales existían antiguamente en toda Italia. La historia cuenta que el nombre de “Marani” fue mencionado por primera vez en 1825.
Esta vid es extremadamente robusta, con una abundante producción, cuyo racimo es de gran tamaño, alargado y con forma piramidal.
El Lambrusco Marani produce un vino de color rojo rubí vivo con un agradable aroma vinoso y un perfume peculiar.
Uva d’Oro
Esta vid de color rojo, conocida también como Fortana, se cultiva en el valle del Po, principalmente en las zonas de Emilia Romagna y Parma. Esta vid, sin mezclarla, produce un vino con un elevado nivel de acidez, baja gradación alcohólica y altos niveles de taninos. De ahí que en poco tiempo se produzca en versiones amables y dulces.
En Emilia Romagna, esta vid crece sobre todo en terrenos arenosos de la costa adriática. Sin embargo, también se ha adaptado a otros terrenos fértiles de la misma región.